Apronta mis miembros con bálsamo del Nilo.
(Lo beberá la noche
con detenidos sorbos)
Ponme monedas en los párpados. No podrás evitar
que las pupilas se engendren a sí mismas
y se multipliquen en montañas de ojos
rebasando ciénagas y ciclos.
Cubre de aceite mi desnudo cuerpo.
Llena de arroz mis genitales
que volverán enhiestos en los silos de las noches
(y cantarán magnolias de otros mundos
y coros de pájaros asonarán los cielos).
Luego el sacerdote me llevará a la pira
y los mares del crepúsculo
verán saltar mis miembros entre llamas azules
(Después morirá un niño
y rodarán los ojos de los perros
en los huesos del sol.)
Gocho Versolari
AYÚDAME A DISOLVERME
Ayúdame a disolverme.
Átame en cruz sobre un roble
mientras los sicomoros de la tarde
tienden barreras de viento y pan
Ayúdame a disolverme.
Espera que mi carne
se vuelva azúcar y silencio
y arranca sus mechones.
Te veré devorarlos
cuando la luna asome
y prepare jardines en el aire.
Ayúdame a preparar la muerte en tu mirada
la muerte que se mezcla con la noche
y levanta pendones y medallas
Ayúdame a a trepar los hollines invisibles
con mi carne tensa bajo la luna nueva
La nada morderá mis nalgas
con dientes de silencio.
Luego la muerte recorrerá jardines
y llegará por enmohecidos huertos
para llevar la ausencia de mi cuerpo
sostenido roble a roble
por los azules clavos del recuerdo.
Gocho Versolari